No siempre se puede aprender a pensar solos. Es necesario estimular a los niños en el ejercicio del propio pensamiento, ya desde los primeros años de vida. Para eso es muy importante el uso del lenguaje, para estimular la curiosidad, poner en movimiento la creatividad, las capacidades organizativas.
El lenguaje es un medio potente para el desarrollo del pensamiento. A través del mismo se expresan ideas y emociones interiores. Una buena estimulación lingüística es como una llave preciosa que permite al niño ingresar en el mundo de la lógica y de los sentimientos.
Uno de los instrumentos fundamentales para la educación del lenguaje y del pensamiento es la narración de experiencias, anécdotas, proyectos, historias. Cuando una persona narra o escucha está obligada a poner en orden las propias ideas, darles una dirección, desarrollarlas según secuencias lógicas. Es fundamental que los jóvenes puedan expresarse y hablar de sus ideas, de sus proyectos, hipótesis, fantasías, y poder cotejarlas con las de sus padres, de los compañeros, de los profesores. En ese sentido, como sostiene la moderna teoría socio- lingüística, la interacción con los demás es una condición irrenunciable para el desarrollo del pensamiento y de las competencias afectivas y sociales.
Una mamá y un papá (pero también un abuelo, un tío, un adulto) que narran fábulas, experiencias personales, diciendo que piensan, a sus hijos es un ejemplo bellísimo de diálogo, pero también es una escuela muy avanzada de inteligencia.
Miguel De Beni
Psicólogo
El lenguaje es un medio potente para el desarrollo del pensamiento. A través del mismo se expresan ideas y emociones interiores. Una buena estimulación lingüística es como una llave preciosa que permite al niño ingresar en el mundo de la lógica y de los sentimientos.
Uno de los instrumentos fundamentales para la educación del lenguaje y del pensamiento es la narración de experiencias, anécdotas, proyectos, historias. Cuando una persona narra o escucha está obligada a poner en orden las propias ideas, darles una dirección, desarrollarlas según secuencias lógicas. Es fundamental que los jóvenes puedan expresarse y hablar de sus ideas, de sus proyectos, hipótesis, fantasías, y poder cotejarlas con las de sus padres, de los compañeros, de los profesores. En ese sentido, como sostiene la moderna teoría socio- lingüística, la interacción con los demás es una condición irrenunciable para el desarrollo del pensamiento y de las competencias afectivas y sociales.
Una mamá y un papá (pero también un abuelo, un tío, un adulto) que narran fábulas, experiencias personales, diciendo que piensan, a sus hijos es un ejemplo bellísimo de diálogo, pero también es una escuela muy avanzada de inteligencia.
Miguel De Beni
Psicólogo
